jueves, diciembre 5

Importancia de la atención temprana ante dificultades en el desarrollo infantil

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Es necesario y primordial que los pequeños que presenten algún trastorno en su desarrollo o tiene riesgo de padecerlo, reciban la asistencia de dichos especialistas, quienes harán posible la correcta y total integración en el medio familiar, escolar y social y sobre todo una completa autonomía personal.

El nacimiento de un niño para sus padres es sin duda alguna el acontecimiento más importante de sus vidas. El hacerte responsable de la vida de una persona desde que nace hasta que adquiere la independencia, es una de las tareas en la que, sin darte cuenta, te implicas de una forma total e inexplicable. Porqué?, Porque ese amor es inagotable e incondicional.

Es por eso que la implicación de los padres en el desarrollo del niño (a) es primordial. Muchas veces se manifiestan conductas en los primeros meses o años de vida que los padres no observan, y es en la guardería o escuela infantil donde se dan cuenta de ello. Dificultad al caminar, balbucear, hablar, comer, etc son de los inconvenientes que el niño puede presentar sin que los padres se enteren.

Generalmente y previa orientación del centro, los progenitores suelen actuar de inmediato y se ponen en manos de especialistas para corregir el problema, pero no es menos cierto que otros reaccionan de forma distinta y dejan al tiempo que los niños por sí solos corrijan sus dificultades. Tremendo error.

Inmediatamente el infante presenta una dificultad en cualquier área de su desarrollo se debe acudir a lo que se denomina Atención Temprana también llamada estimulación precoz. Esto es un conjunto de acciones que se deben realizar en los primeros años del niño (o-6) y que su planificación la realizan un conjunto de especialistas en el área infantil, que ofrece tratamiento de forma individual y personalizada.

Entre las especialidades infantiles que intervienen en dicho proceso están logopedas, psicomotricidad, psicólogos infantiles, terapeutas etc. Éstos pueden actuar en conjunto o uno solo, dependerá de la dificultad que presente el niño.

Es necesario y primordial que los pequeños reciban la asistencia de dichos especialistas, quienes harán posible, con un arduo trabajo, la correcta integración en el medio familiar, escolar y social y sobre todo una completa autonomía personal.

Otros de los objetivos de la atención temprana es proporcionar ayuda y orientación a las familias desde el momento o de la detección del déficit o dificultad, ofreciéndoles atención individual y personal.

Ana Hernando-Psicóloga Infantil

Ana Hernando Rodondo, psicóloga infantil explica que, aunque es cierto que cada niño tiene su desarrollo individual, existen ciertas habilidades que deben tener adquiridas ya desde los 0 a 3 años, por lo que muchas veces observamos que algunos niños carecen de ellas y es cuando luego de varios días de estudios se decide consultar a los padres.

Destaca que, aunque la edad de 0-3 es pronto para un diagnóstico definitivo, se puede realizar un pre-diagnóstico que va encaminado a prevenir ciertas deficiencias o falta de desarrollo como es una mala deglución, dificultad al andar, falta de atención o al empezar a hablar. “Estas son habilidades que en esa edad deberían tener sin ningún problema”.

Teresa Ortiz Antoraz-Logopeda

Con más de 28 años al frente de la escuela infantil Kangurolandia, de Segovia, Ana señala que, al observar cualquier dificultad repetitiva en un niño en el aspecto psicomotriz, desarrollo neuronal, cognitivo, sensorial, comprensión y desarrollo del lenguaje, inmediatamente se pone en contacto con los padres y suelen derivarle al Centro Base donde le atienden un equipo de atención temprana tanto al niño como a la familia. Allí el trabajo se basa específicamente en solucionar, intervenir o atajar el problema o la dificultad. Según la evaluación de dicho centro se le asigna un especialista determinado o varios.

Consultada al respecto, la logopeda y terapeuta infantil Teresa Ortiz Antoraz, señala que en lo que concierne al habla, suele ser alrededor de los dos años cuando se observa escases de palabras y poco o nulo contacto visual, ahí es cuando nace la sospecha de un problema. Dice que en algunos casos la dificultad al hablar va relacionado con un retraso psicomotor por lo que ambos se suelen tratar a la vez.

Hay un período crítico de desarrollo del lenguaje infantil que se sitúa entre los 2 a 6 años, pero es concretamente de los 2 a 4 años cuando debe estar ya instaurado, aunque con estructuras más sencillas.

La especialista refiere que, si no se trabaja y estimula en ese mismo período de tiempo, los problemas serán mayores en el colegio tanto académica como socialmente, que es bajo su punto de vista, donde el niño encontrará la mayor dificultad dado que una mala comunicación supone muchas trabas en la integración por parte de los demás y de su participación en la multitud de juegos y tareas. “Son años vitales y no se debe dejar al tiempo su solución”.

Las alarmas suelen saltar cuando en la escuela infantil o en el cole, los niños no emiten ninguna palabra, se comunican señalando las cosas, no responden a ninguna pregunta y no mira a la cara. Es cuando en la guardería o escuela los refieren a un especialista.

También refiere que la implicación de los padres es fundamental para que los tratamientos terapéuticos tengan el éxito esperado y que las familias que se implican más consiguen la evolución que necesitan en sus hijos, contrario a aquellos que sólo dejan y delegan la solución a los profesionales.

Tanto Teresa Ortiz, logopeda, como Ana Hernando, psicóloga infantil, insisten en que cuanto más pronto se interviene en solucionar el problema del niño, más garantías hay de conseguir el resultado adecuado. Nunca, bajo ningún concepto, se debe dejar al tiempo la solución de algún inconveniente que presenten los niños durante su desarrollo.

 

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