EFE.- Las víctimas de maltrato infantil tienen más del doble de probabilidades de desarrollar trastornos graves de salud mental y también el doble de riesgo de intentos de suicidio. En el Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil, el 25 de abril, la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (ANPIR) de España, ponen el foco en la detección temprana de estos casos
En el año 2020, último con datos, España acumuló 15.688 notificaciones sobre casos de sospecha en el Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI), frente a las 15.365 de 2019. Según ANPIR, está demostrado que los traumas durante la infancia están relacionados con una mayor probabilidad de sufrir trastornos de salud mental.
Un estudio de la Universidad de Birmingham publicado en 2019 ya demostró que los niños que han vivido una situación de maltrato tienen más del doble de probabilidades de desarrollar trastornos mentales graves como psicosis, esquizofrenia y trastorno bipolar. Además, otros estudios señalan que estos niños podrían tener el doble de riesgo de intentos de suicidio.«Los efectos negativos de los malos tratos contribuyen a un incremento de la mortalidad y morbilidad en la etapa adulta, pues también se relacionan con otros problemas de salud como cardiopatías, obesidad, tabaquismo, comportamientos sexuales de alto riesgo o consumo de sustancias nocivas», apunta en un comunicado esta asociación de psicólogo española.
Así, se estima que el 35% de los trastornos mentales que se diagnostican en la edad adulta están relacionados con experiencias de maltrato en la infancia.
Acciones contra el maltrato infantil
Las principales acciones pasan por la prevención y la detección temprana, aunque no se trata de una tarea fácil.
“Muchas veces los niños no son conscientes de que están viviendo una situación de maltrato. Y si lo son, no saben a quién dirigirse o dónde pedir ayuda; piensan que no les van a creer o no quieren poner en aprietos a sus padres”, explica Gloria Bellido, coordinadora de la sección de psicología clínica de la infancia y adolescencia de ANPIR. Por eso deben ser los adultos en contactos con los niños los que detecten este maltrato.
“Familiares, profesores o personal médico deben ser los que detecten señales de que se está produciendo maltrato, que a veces son inespecíficas, se puede dar cambios de comportamiento, problemas de conducta, alteraciones emocionales…” apunta Bellido.
Cuando el propio niño confirme o cuente lo que le está ocurriendo, las premisas son claras: creerle siempre, no restar importancia a lo que está diciendo y no mirar para otro lado. En este sentido, la ley de protección a la infancia que entró en vigor en España en junio de 2021, establece que todos los ciudadanos tienen la obligación de comunicar cualquier sospecha de maltrato.
En 2020, el mayor número de notificaciones (39,2%) procedió del ámbito de los servicios sociales; el 12% del ámbito educativo; el 9,3% de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado; y el 9% del ámbito sanitario.
Precisan que «aunque no todas las víctimas de maltrato requieren de tratamiento psicológico», desde ANPIR recuerdan que el maltrato psicológico es una forma de trauma. Para tratarlo y paliar sus consecuencias, como puede ser el estrés postraumático, existen terapias especializadas.La violencia familiar aumenta con la pandemia
Entre las causas que llevan a que se produzcan situaciones de maltrato infantil, la coordinadora de ANPIR señala las dificultades a la hora de ejercer una parentalidad positiva o la reproducción de experiencias que los padres han sufrido durante su propia crianza.
La pandemia ha aumentado las situaciones de violencia intrafamiliar. De hecho, el 33,1% de los adolescentes de entre 14 y 17 años declaró haber sido víctima de algún tipo de violencia desde el inicio del confinamiento, según una encuesta realizada por Save the Children.