Futuro vivo es un proyecto comunitario que nació hace más de 30 años con el principal objetivo de proporcionar una escuela que diera cobijo y soporte educativo gratuitamente y alimentación a los niños y jóvenes del poblado de Guerra, quienes encandilaron con su inocencia a Julia Aragón y Alicia Heinrich, dos de las más activas de la congregación Carmelita de Segovia.
Con el tiempo a este programa de desarrollo se unieron otras personas que a partir de 1995 y desde el barrio El Salvador de Segovia fundaron la ONG “Amigos de Futuro Vivo” que se encarga de canalizar los fondos económicos de administraciones públicas y privadas, y que van destinados a los diversos proyectos puestos en marcha en la comunidad dominicana. Otros de sus objetivos es dar mayor difusión a la labor de Futuro Vivo y desde España poder acceder a las convocatorias de subvenciones a proyectos de desarrollos concedidas por instituciones españolas.
Desde hace más de 10 años Rita San Romualdo, colabora con la asociación, pero desde hace un año la preside. Junto a ella, Roberto Monjas, coordinador de actividades, son los que llevan el timón y recuerdan que de los primeros proyectos llevado a cabo en la comunidad caribeña fue una escuela, un centro de salud, saneamiento barrial y alimentación.
Rita cuenta que llegó a la organización tras recibir una beca de cooperación de la Universidad de Valladolid mientras cursaba la carrera de Educación Primaria en el año 2010, motivada por uno de sus profesores Roberto Monjas, que impartía la asignatura Educación para la paz. A República Dominicana fue en compañía de una compañera durante 3 meses trabajando en el área educativa.
En Segovia realizan diversas actividades como carreras, mercadillos, cenas, vermut, teatro solidarios y charlas donde promueven la educación para el desarrollo. Los fondos económicos recaudados van íntegramente a Futuro vivo en República Dominicana. “La comunicación con la comunidad en Guerra es permanente”.
En la actualidad Amigos de futuro vivo realiza un trabajo de cooperación únicamente con la organización dominicana puesto que dispersar las ayudas y fondos a otras ONGs no contribuye al desempeño de los objetivos principales orientados al desarrollo de la población más necesitadas del municipio, así lo explica Roberto Monjes, coordinador de actividades. En el año 2003 fue reconocida por el Ministerio de Interior como Entidad de Utilidad Pública, por su labor de crear un mundo en el que tengan cabida todos los seres humanos en igualdad de derechos y oportunidades.
Vivienda digna
Este es el nombre que lleva el último de sus programas implementado en República Dominicana por dos de sus más activas cooperantes, Julia Aragón y Alicia Heinrich quienes idearon un crowdfunding para recaudar fondos y poner en marcha la construcción de 5 viviendas. El éxito y apoyo fue tal que lograron la financiación para 9. Cada casa tiene un coste aproximado de 1,300 euros.
La decisión de las Naciones Unidas de dejar fuera al país de la tipificación de países menos desarrollados del mundo hizo que se redujera las aportaciones públicas. Esto conllevó a que se convirtiera en una prioridad a parte de las viviendas para las familias más necesitadas, canalizar fondos para la adquisición de lotes de comidas que se reparten con frecuencia a las familias más desfavorecida de dicha comunidad.