No tenía conocimiento de que en mi país, República Dominicana, existía una ley que permite el matrimonio legal con niñas o niños. En los últimos años que se ha descubierto que una de las razones por la que el maltrato hacia la mujer, se deriva, entre otras cosas, de la unión de un adulto con una niña, al ésta verse vulnerable y él con poder sobre ella, ejerce todo tipo de maltrato hacia ella, he podido leer y escudriñar sobre esta ley y me pregunto, ¿en que cabeza cabe aceptar la unión legal entre un adulto y una niña?.
Sé por experiencia cercana y se ha arraigado a nuestra cultura que las jóvenes latinas, entre ellas las dominicanas, tienden a unirse en pareja a muy temprana edad. En Santo Domingo, por ejemplo, vi como muchas niñas de 13 a 16 años se iban a escondidas con el novio, generalmente mayor que ellas, a vivir a su casa sin el consentimiento de su familia, la cual no le quedaba más que aceptar la decisión de los jóvenes, para no empeorar la situación.
Pero, no creía que un país, que busca desarrollarse, eliminar una lacra como es la violencia que se ejerce sobre la mujer en todos los ámbitos, podía mantener vigente una ley que permita un matrimonio legal con una niña o niño. Dicha Ley, la 659 del 17 de julio de 1944, se está revisando para ser eliminada ahora. Mientras, ha permitido por años y años que muchas niñas y niños fueran entregados en matrimonio a adultos que compraban y vendían su cuerpo como un objeto cualquiera. Me estremezco cada vez que veo, gracias a la tecnología, los matrimonios de adultos con niñas que se dan en la India, países árabes y de África, pero ignoraba que a mi alrededor sucedía aquello de manera legal.
Recientemente la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados decidió realizar un informe favorable para la eliminación del matrimonio infantil del Código Civil dominicano, pero esa modificación se debe realizar a la Ley 659 del 17 de Julio de 1944, que es la que permite que se celebren el matrimonio infantil legalmente.
Según he leído en Diario Libre, dicha comisión conoció el proyecto de modificación para la eliminación de los artículos 144 y 145 del Código Civil que autorizan celebrar uniones con menores de edad. El consentimiento de los padres, ya sea vía documento y su simple presencia al momento de la celebración de la unión, es el único aval para que un juez proceda a registrar el matrimonio.
Puedo entender que, en 1944, por allá, épocas difíciles para la sociedad dominicana y sus integrantes, se pudo haber fallado en eso, pero ahora, en pleno auge de las reivindicaciones a nivel mundial de los derechos de los menores, de las mujeres, que se permita y que se tenga todavía vigente aquella ley, no lo termino de entender. Claro, nuestros gobernantes y legisladores tenían sus objetivos puesto en otros asuntos que todos conocemos.
Nuestro país quiere avanzan y hace todo lo necesario para que comercial y turísticamente La República Dominicana tenga un nombre a nivel internacional, pero sus gobernantes se pierden en algo esencial, en cuidar y velar por el desarrollo y educación de los niños y jóvenes, ellos son el futuro y si no hacemos todo lo que está a nuestro alcance para darle la libertad de elegir por ellos mismos su futuro, ofreciéndoles herramientas educativas y orientativas de elegir caminos idóneos para su desarrollo, no vamos a avanzar aunque tengamos productos y playas de sobra para vender.
Los que venden hoy a nuestro país como destino comercial y turístico, mañana no estarán ellos ni sus hijos, porque éstos seguros se irán a otros países más desarrollados en todos los aspectos y, si no preparamos a la juventud, ¿qué país nos quedará mañana?, el peor de lo peor sino hacemos un trabajo arduo con la juventud hoy, ahora.
Uno de los proyectos que veo muy interesante, pero que tiene escasa promoción, es el que realiza al ministerio de Cultura y que se denomina Escuela Libres, que consiste en llevar a los barrios, cursos y talleres de teatro, danza, baile, canto, música, de los cuales muchos jóvenes han logrado alcanzar sus metas y hoy varios trabajan en grandes espectáculos musicales y artísticos en España y Francia. Allí van chicos de muy escasos recursos que con empeño y dedicación expanden lo aprendido. Proyectos así se puede implementar en el Ministerio de Deporte, por ejemplo. Los Ministerios de Educación, Cultura y Deporte deben encabezar proyectos en este sentido, pero todavía, no los veo por la labor.
Lamentables estadísticas
Un informe sobre el Impacto Económico de Matrimonio Infantil y las Uniones Tempranas publicado por el Banco Mundial publicado en 2017, señala que el matrimonio infantil en la República Dominicana representa alrededor del 15 por ciento del nivel de violencia registrada por parte de la pareja íntima, esto sin incluir el impacto adicional que puede tener el matrimonio infantil en el nivel educativo de las niñas y la violencia por parte de la pareja íntima que está asociada a bajos niveles de educación de las niñas.
Según datos de la Junta Central Electoral y la Oficina Nacional de Estadísticas, entre 2001 y 2018 se registraron en la Oficialía del Estado Civil unos 8,009 matrimonios infantiles, de los cuales 7,480 fueron niñas y adolescentes entre 14 y 17 años de edad. 529 de estas uniones se realizaron con niños y adolescentes.
Esperamos que la Comisión logre la eliminación inmediata de la Ley 659 que a día de hoy permite el matrimonio infantil en nuestro país. Que todas las instituciones gubernamentales pongan empeño e interés real en que esto suceda en la mayor brevedad posible. Por algo se empieza. Una niña de 14, 16 años, por mucho cuerpo y apariencia de adulta que tenga, es una niña que todavía no sabe a ciencia cierta lo que quiere, dejémosla elegir, enseñémosle las opciones que tiene para su desarrollo personal e intelectual, las cuales son infinitas.
Que haya en el país una institución que cuide y proteja los derechos de los niños, pero no con palabras escritas, sino con hechos.