Los dominicanos residentes en Europa esperan que las nuevas autoridades devuelvan al país la esperanza perdida de tener un futuro mejor y exige que aquellos que se han apropiado de los recursos económicos que pertenecen a las instituciones públicas y por ende, a todos los dominicanos, tengan que responder ante los tribunales y si es posible lo retornen a las arcas del Estado.
República Dominicana inicia el próximo 16 de agosto una legislatura con un nuevo gobierno encabezado por Luis Abinader, de la mano del Partido Revolucionario Moderno. Tras un largo periodo de mandato del PLD (16 años), la población nacional y los que viven en el exterior, motivados por la mala gestión del mismo, se volcó en las elecciones el pasado 5 de julio e hizo realidad el cambio que tanto anhelaban.
Son innumerables las expectativas que tienen los dominicanos en general del nuevo gobierno y sobre todo los que viven en el extranjero, porque ellos sufren el doble las situaciones anómalas que se presentan y que de una manera directa o indirectamente afectan a ellos y a sus familias.
Los nacionales que viven y trabajan en Europa son uno de los grupos que más atentos están a todo lo que sucede política y socialmente en el país, por lo que quisimos conocer y plasmar sus requerimientos y sugerencias al nuevo presidente y su equipo de gobierno.
Milagro Rodríguez Pérez. Licenciada en Educación, mención Ciencias Sociales y residente en España desde hace16 años, desea que el nuevo gobierno desempeñe las funciones principales para el cual se les eligió. Que haya un cambio de estrategia en la manera de administrar, dirigir, organizar e implementar las políticas que permitan maximizar los mejores resultados en los diferentes sectores de la vida nacional.
Rodríguez, fue maestra en el liceo público de Salcedo, destaca que la educación, la salud y la fuente de producción de bienes y servicios son sectores fundamentales en el crecimiento de un país. “Sin educación no hay desarrollo, sin una salud inclusiva no hay vida y sin fuentes de trabajo y oportunidades para todo no es posible salir de la pobreza, la marginación, la delincuencia, del tráfico de influencia, de la malversación de fondos, ni mucho menos de la corrupción generalizada, que actualmente azota nuestro país”.
Espera que las nuevas autoridades devuelvan a los ciudadanos la esperanza perdida de tener un futuro mejor y exige que aquellos que se han apropiado de los recursos económicos que pertenecen a las instituciones públicas y por ende, a todos los dominicanos, tengan que responder ante los tribunales y que si es posible lo retornen a las arcas del Estado.
Alberga la idea de que los políticos que asumen el cargo el 16 de agosto próximo, declaren la cuantía de los bienes económicos que poseen y que como establece la ley rindan cuenta en el tiempo correspondiente.
La mayoría de los dominicanos consultados al respecto coinciden en que el gobierno debe detener la delincuencia y la corrupción, sobre todo la de “cuello blanco”. También que haya oportunidades laborales, educación, y alimentación para todos. Insisten en que los ciudadanos merecen una vida segura sin la incertidumbre de un atraco en cualquier esquina de cualquier ciudad del país.
La educadora defiende el hecho de que el ciudadano dominicano no tiene que suplicar, ni rogar lo que por derecho les pertenece, ya que el estado existe gracias al aporte de la sociedad en general y tales recursos deben ser empleados para permitirles una mejor calidad de vida.
Iris Ramona Carela Romano, quiere que el nuevo gobierno escuche de manera regular las peticiones que hace el pueblo permanentemente, porque éstas guardan un interés general para todos. Residente en Italia desde hace más de 15 años, demanda además oportunidades a los jóvenes que estudian y dedican tiempo y esfuerzo para avanzar como persona y que no tangan como única opción emigrar a otros países.
La abogada y periodista Ramona del Carmen Rodríguez, pide recuperar la seguridad ciudadana y sentar en el banquillo a los funcionarios públicos del anterior gobierno que se han enriquecido con fondos públicos y que no se haga lo del “borrón y cuenta nueva”. Es un clamor de la mayoría también la implementación de medidas de tipo social dirigidas a los sectores más vulnerables de la población, la mayoría, y que son quienes han puesto todas sus esperanzas votando masivamente para el cambio de gobierno.
La presidenta de la Asociación de Dominicanos en Segovia, Pura Felicia Martínez, espera del nuevo gobierno que tomen más en cuenta a los paisanos residentes en el exterior y que el coste de los trámites que se realizan en los consulados y embajadas específicamente el de Madrid, sean más bajos. “Deseo también que se priorice la atención a los hospitales y escuelas públicas que se doten de personal capacitado y de todo lo que necesiten para atender correctamente a los ciudadanos, tanto a nivel educativo y de salud”.
Otras de las principales peticiones de todos los dominicanos a Abinader es la seguridad ciudadana. César Julio Rosario joven informático residente en la comunidad autónoma Cantabria anhela que se ponga especial interés en reducir la delincuencia callejera lo que impide un normal diario vivir de nuestras familias. Comenta que es inaceptable no poder salir a dar un paseo por cualquier calle o avenida de cualquier ciudad del país sin que se te advierta del peligro que conlleva, sobre todo por las noches.
Dice es urgente crear instituciones que trabajen en programas que involucren a los jóvenes a estudiar, trabajar o hacer deportes y miles de actividades culturales que les apartan de las calles. Hay que tener en cuenta que el futuro de un país depende de una juventud bien preparada “y nosotros ahora mismo estamos muy lejos de eso”, lamenta.
Ese mismo orden se expresa Rosa Julia Rodríguez Pérez licenciada en Filosofía y Letras residente en Santander. Dice estar optimista con los nuevos gobernantes y espera que la corrupción sea un tema del pasado y que no se dejen embaucar del delirio que provoca el poder. Los dominicanos esperamos reformas de índole social, judicial, así como en la educación, salud, la economía y seguridad.
