Los Haitíses significa tierra alta o tierra de montañas y nunca mejor dicho. Posee una abundante biodiversidad, formaciones geológicas, una inagotable flora y fauna, ríos subterráneos y varias cuevas con la más importante muestra de petroglifos y pictografía de República Dominicana. Dividida en varios cayos hace que llame mucho más la atención del visitante. De los que más atraen está el Cayo Los Pájaros por albergar importante cantidad de pelícanos, el halcón de Ridgway, el carpintero de sierra, garzas y miles de aves migratorias y nativas.
Los Haitíses significa tierra alta o tierra de montañas y nunca mejor dicho. Posee una abundante biodiversidad, formaciones geológicas, una inagotable flora y fauna, ríos subterráneos y varias cuevas con la más importante muestra de petroglifos y pictografía de República Dominicana. Dividida en varios cayos hace que llame mucho más la atención del visitante. De los que más atraen está el Cayo Los Pájaros por albergar importante cantidad de pelícanos, el halcón de Ridgway, el carpintero de sierra, garzas y miles de aves migratorias y nativas.
No es casualidad que la península de Samaná sea sin duda de los rincones más bonitos de la República Dominicana. Es el paraíso perfecto donde convergen playas, ríos y montañas. Su principal atractivo es que todavía no está masificado por el típico turismo de sol y playa, lo que llama poderosamente la atención de aquellos que buscan paisajes vírgenes en los cuales desconectar en una naturaleza repleta de una abundante flora y fauna tropical inigualable.
Ubicada en el noroeste de la isla esta península puede presumir de poseer de las mejores playas no solo del país, sino del mundo. Este privilegio lo tiene por poseer fina arena blanca, palmeras y aguas turquesas y cálidas poco vistas en todo el Caribe. Entre ellas destaca Playa Rincón, ubicada entre las 10 mejores playas del mundo.
Santa Barbara de Samaná te da la bienvenida en su majestuoso malecón rodeado de tiendas, restaurantes, bares, chiringuitos, discotecas, que junto a la amabilidad de su gente te envuelve y encanta. Desde este lugar las vistas no pueden ser mejores, el puente que une lo cayos visibles desde el centro de la ciudad te hace advertir de la fuente inagotable de lugares y rincones que escode tras las montañas también visibles a tus pies. Quieres escudriñarla al completo. vamos allá.
Lugares obligados a visitar
No puedes abandonar Samaná sin primero visitar una serie de lugares que son su verdadera esencia. Cayo Levantado es uno de ellos. Se accede en una pequeña embarcación que puedes tomar en el mismo malecón. Asentado a 5 Kilómetros de la bahía, este pequeño paraíso es un islote con un kilómetro playa, un hotel 5 Estrellas y varios restaurantes a pie de playa donde puede degustar el mejor marisco y pescado de la zona, destacando la langosta a la parrilla. En sus chiringuitos te van a encantar su tradicional cerveza Presidente y bebidas típicas de allí.
Rumbo al interior se encuentra el municipio de Las Galeras. Allí está playa Rincón la reina de todas. Impregnada de medianas palmera y fina arena blanca. Se puede llegar a ella en coche o a caballo por un boscoso sendero diseñado para hacer más espectacular la entrada a aquella joya que encabeza la lista de las 10 mejores playas del mundo. Para los amantes del deporte acuático en sus aguas puede practicar Vela y windsurf.
Para los amantes del Ecoturismo que desean desconectar de la urbe e internarse en lo rural y tras un recorrido de una hora a pie o unos 45 minuto aproximadamente a caballo por un denso bosque húmedo tropical, está El saldo del Limón cita también obligatoria en Samaná.
Esta impresionante cascada desciende desde unos 40 metros de altura con abundante cantidad de agua, aunque va a depender pluviometría de la zona y la estación del año. A sus pies una majestuosa piscina natural donde el visitante después de refrescarse se queda impactado con el tesoro que acaba de descubrir. Al observar aquel espacio natural se agradece sinceramente que todavía no esté masificado. Cada año aumenta más y más los visitantes a la zona. En el trayecto encontrarás pequeños negocios que ofrecen bebidas, comidas, artesanía y productos típicos de la zona, como café y cacao.
Si existe un espacio que las autoridades de la Bahía de Samaná cuidan y protegen con especial esmero son Los Haitises. Este parque nacional es la joya de todo el país. Tiene 1,600 km cuadrados de extensión, entre ellos 208 de manglares.
Su nombre significa tierra alta o tierra de montañas y nunca mejor dicho. Posee una abundante biodiversidad, formaciones geológicas, una inagotable flora y fauna, ríos subterráneos y varias cuevas con la más importante muestra de petroglifos y pictografía de República Dominicana. Dividida en varios cayos hace que llame mucho más la atención del visitante. De los que más atraen está el Cayo Los Pájaros por albergar importante cantidad de pelícanos, el halcón de Ridgway, el carpintero de sierra, garzas y miles de aves migratorias y nativas.
Se accede únicamente en embarcación previa solicitud de permiso en la Dirección Nacional de Parques desde Samaná o el municipio de Sánchez, un pueblo pesquero que merece pena visitar. También puede coger una embarcación en Sabana de la Mar, otro municipio muy cercano a la bahía.
Las Terrenas es de los municipios más grande, cosmopolita y turístico de Samaná. Hermoso pueblo pesquero fue el primero en recibir turistas del exterior. Una de las razones, sus 15 km de extensas playas que aparte de brindarte su fina arena blanca, sus aguas se prestan para realizar varios deportes.
Las noches allí son intensas. Cuenta más de 40 restaurantes internacionales, varios de comida típica, bares, discotecas y “colmadones” que hacen más ameno el disfrute del visitante extranjero y local. En el municipio se encuentra importantes cadenas hoteleras con alojamientos de 3, 4 y 5 estrellas.
Para culminar o empezar tu estancia con admiración completa debe sin falta ir a observar y disfrutar de uno de los animales más grandes y hermoso del océano atlántico, Las Ballenas Jorobadas. Solo en Samaná existe un banco de ellas.
En plena Bahía, a unos 2 o 3 kilómetros de la ciudad y entre los meses de enero a marzo, previo permiso, puedes apreciar el despliegue total de este mamífero, solas o en familia saltan y coletean a 30 o más metros del barco. Aquello es una experiencia inolvidable.
Las ballenas jorobadas van cada año en esa temporada (de enero a marzo), a aparearse y a alumbrar aprovechando las cálidas aguas del atlántico. Su impresionante presencia, cada año más, hizo que se declarara aquella zona Santuario de Mamíferos marinos en 1986. Desde siempre el control y protección de la zona es estricto. Las embarcaciones deben cumplir unos requisitos de distancia e higiene para preservar la zona y a sus huéspedes.
Cuando decidas visitar Samaná te recomiendo alquilar un coche y recorrer tranquilamente toda la bahía. En varias zonas hay miradores desde donde se observa toda la extensión de la bahía.
