(OPS)- El suicidio es un importante problema de salud pública. Cada año más de 700.000 personas mueren por suicidio. Es la cuarta causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años. Cada pérdida de vida no sólo es trágica en sí misma, sino que también tiene efectos profundos y devastadores en familias y comunidades enteras.
El suicidio puede estar vinculado a factores y desafíos sociales, económicos, culturales y psicológicos múltiples, complejos e interrelacionados, incluida la negación de los derechos humanos básicos y el acceso a los recursos, así como acontecimientos vitales estresantes como la pérdida de los medios de vida, las presiones laborales o académicas, ruptura de relaciones y discriminación, entre otros.
Reducir la tasa mundial de suicidio en un tercio para 2030 es una meta tanto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas como del Plan de Acción Mundial de Salud Mental de la OMS. Se necesita acción urgente para alcanzar el objetivo del 2030, y los países se han comprometido a tomar medidas concretas en esta dirección.
“Cada muerte por suicidio es una tragedia y se debe hacer más para fortalecer la prevención del suicidio. Los recursos lanzados hoy por la OMS brindan orientación importante sobre dos áreas que son fundamentales para los esfuerzos de prevención del suicidio: la despenalización del suicidio y los intentos de suicidio y la información responsable sobre el suicidio por parte de los medios de comunicación”, explicó Dévora Kestel, Directora de Salud Mental y Uso de Sustancias, OMS.
Despenalizar el suicidio y los intentos de suicidio
El suicidio y los intentos de suicidio están tipificados como delito en las leyes de al menos 23 países de todo el mundo y los intentos de suicidio siguen siendo castigados activamente en algunos de ellos. La criminalización del suicidio perpetúa un entorno que fomenta la culpa hacia las personas que intentan suicidarse y disuade a las personas de buscar ayuda oportuna por temor a las repercusiones legales y al estigma.
Basándose en las experiencias de países que recientemente han despenalizado el suicidio y los intentos de suicidio, incluidos Guyana, Pakistán y Singapur, el informe de políticas de la OMS sobre los aspectos sanitarios de la despenalización del suicidio y los intentos de suicidio establece recomendaciones para los responsables de formulación de políticas, legisladores y otros tomadores de decisiones que están considerando reformas en esta área.Las recomendaciones clave se centran en el desarrollo de estrategias nacionales de prevención del suicidio; presupuestar la capacitación “posterior a la despenalización” para los socorristas de primera línea; establecer servicios de salud mental comunitarios y orientados a los derechos; formular nuevas leyes y políticas relacionadas con la salud mental que promuevan la atención de calidad y los derechos de las personas con problemas de salud mental y discapacidades psicosociales.
“Criminalizar el suicidio sólo sirve para exacerbar la angustia de la gente. La despenalización del suicidio y de los intentos de suicidio es un paso fundamental que los gobiernos pueden dar en sus esfuerzos por prevenir el suicidio. La OMS está comprometida a apoyar los esfuerzos para despenalizar el suicidio”, afirmó Nathalie Drew Bold, Oficial Técnica de la OMS.
El informe de políticas también establece cómo la despenalización salva vidas al reducir el estigma y la vergüenza asociados con el suicidio y promover un entorno donde las personas se sienten capaces de buscar ayuda; permitir una mejor recopilación de datos sobre suicidio e intentos de suicidio que puedan informar mejor las intervenciones apropiadas; y aumentando las oportunidades de sensibilización y promoción en torno a la prevención del suicidio.
Promover la información responsable sobre el suicidio
La cuarta edición de Prevención del suicidio: un recurso para profesionales de los medios, elaborado en colaboración con la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, resume la evidencia actual sobre el impacto de la información sobre el suicidio en los medios y proporciona orientación práctica para los profesionales de los medios sobre cómo informar sobre el suicidio de manera responsable.
“La cobertura mediática responsable del suicidio es una herramienta importante en nuestros esfuerzos colectivos de prevención del suicidio. Al utilizar este recurso, los profesionales de los medios pueden ayudar a minimizar los comportamientos imitativos mediante informes precisos, apropiados y empáticos sobre el suicidio, y alentar a las personas a buscar ayuda vital”, afirmó la Dra. Alexandra Fleischmann, científica de la OMS.
Existe evidencia abrumadora de que los medios de comunicación pueden desempeñar un papel importante ya sea para fortalecer o socavar los esfuerzos de prevención del suicidio. Por ejemplo, la evidencia muestra que las personas vulnerables (como aquellas con antecedentes de intentos o pensamientos suicidas, o aquellas expuestas al suicidio) tienen un mayor riesgo de involucrarse en comportamientos imitativos después de informes de suicidio en los medios, particularmente si la cobertura es extensa, prominente, sensacionalista, describe explícitamente el método del suicidio, hace que el suicidio parezca normal o perpetúa mitos muy difundidos sobre el suicidio. El recurso ofrece orientación sobre cómo garantizar que los informes sobre el suicidio sean precisos, responsables y apropiados.
El recurso también destaca la creciente evidencia de que los informes centrados en la supervivencia y la resiliencia pueden conducir a conductas imitativas positivas y contribuir a la prevención del suicidio. También proporciona orientación sobre cómo informar historias sobre recuperación y bienestar mental y emocional.