jueves, diciembre 5

Vivir episodios de discriminación te motivan a callar bocas

Pinterest LinkedIn Tumblr +

Vivir uno de los momentos más desagradables en su período de estudiante con un profesor fue lo que la hizo más fuerte y lo que le motivó para demostrar su valía ante ella y ante el docente, quien dudó de su capacidad para realizar el trabajo de fin de proyecto.

 

Vivir uno de los momentos más desagradables en su período de estudiante con un profesor fue lo que la hizo más fuerte y la que le motivó para demostrar su valía ante ella y ante el docente, quien dudó de su capacidad para realizar el trabajo de fin de proyecto.

Este episodio le ocurrió a Sindy Feliz Abad, con 19   años, en plena crisis de adolescencia y con solo dos años de haber dejado en Santo Domingo a su entorno y amigos.  Precisamente en el primer año de la carrera de Magisterio, la joven dominicana señala que aquello fue una gran motivación para demostrar que podía presentar un proyecto de calidad y con un amplio material bibliográfico que sorprendió para bien, a su profesor, quien no tuvo más opción que felicitarla y pedirles disculpas por dudar de su capacidad de estudios y dedicación a la carrera.

Este percance y algunos en el instituto no la hicieron perder el interés por estudiar y crecer como persona, que es lo que sucede a la mayoría de jóvenes que llegan a España y que en el primer año de estancia viven momentos y situaciones un poco discriminatoria, o así lo sintió ella, y que te lleva a decaer y no enfrentarse y eligen el camino más fácil que es el conseguir un trabajo y descartar un futuro con una carrera o formación profesional.

Relata que llegó a España en la primavera del 2008, con un frío aterrador y con una escasa vida social para una adolescente de 17 años.  Con el amparo de su madre y un puñado de incógnitas que poco a poco fue descifrando con experiencias agridulce, tanto en el entorno en la ciudad de Segovia y sobre todo en el instituto donde accedió dos niveles por debajo del que traía de su país de origen, situación que le molestó bastante.

Entrado el verano y los días más largos Sindy dice que muy rápido percibió las facilidad, comodidad y seguridad que sentía en todos los lugares por donde se movía lo que aprovechó para indagar todo lo que debía hacer para lograr una carrera, vivir dignamente de ello y tener una amplia y buena relaciones sociales con dominicanos y españoles.

Cuenta que accedió al instituto a cursar el bachillerato y que allí se sentía como un “bicho raro” por los pocos días que llevaba en el país, no conocía a nadie, y encima pese al hablar el mismo idioma, no entendía lo que le explicaban los profesores. “fue un principio un poco difícil, pero poco a poco fue conociendo gente y el trato era cordial”, añade.

Compaginó sus estudios de magisterio en la universidad de Valladolid, con un grado Superior de Estética Integral y Bienestar; Ingles en la Escuela Superior de Idiomas y con un master en Educación integral en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED, de Madrid.

Sindy, como toda joven latina dominicana, posee un pelo especialmente bello y atractivo para ciertas marcas publicitarias, además es dueña de una sonrisa muy amplia, lo que la llevo, por recomendación de una amiga, a protagonizar una campaña publicitaria de una conocida marcas de gafas graduadas y de sol. Esto la motivó a formarse como modelo en la conocida agencia de Isabel Navarro en Madrid. Como lo de las pasarelas no le atraía mucho, explica, se limitó por un tiempo a realizar únicamente anuncios publicitarios, Shooting para una escuela de fotografía y alguna marca de ropa.

Actualmente vive en Saarbrucken, Alemania, junto a su pareja que trabaja en el negocio del Fútbol, muy ilusionada cuenta que espera su primer hijo, tiempo que aprovecha para reforzar el idioma alemán. A su vuelta a España los planes de la joven dominicana son opositar en el Estado para el puesto de inspectora de Educación, primero tiene que ser funcionaria del estado español un par de años. “Se que es difícil y cuesta mucho, pero hasta que no lo consiga no pararé”, añade.

A sus 29 años Sindy, que es la mayor de tres hermanos, expresa que ha valido totalmente la pena el venir a vivir a España, primero por estar junto a su familia, su madre es su principal pilar para crecer y desarrollarse; y segundo y muy importante por disponer de todas la facilidades y posibilidades para estudiar que quizás de forma gratuita no las hubiese tenido en República Dominicana. Accedió a becas y material didáctico de forma gratuita y a realizado prácticas en instituciones públicas y privadas sin ningún inconveniente.

Sobre la pregunta del porqué cree ella que la mayoría de jóvenes que viene de nuestro país abandonan sus estudios al llegar aquí, explica que se debe a que convergen múltiples factores entre los que destacan la ausencia de actitud y el interés personal, el apoyo familiar, barreras culturales y ciertas actitudes racistas que sobre todo se dan en los centros

educativos y también el desconocimiento de ayudas y becas que hay para los jóvenes que quieran estudiar y desarrollarse.

Insta a la juventud que llega a España o a cualquier otro país de Europa a no olvidar sus raíces, a integrarse adecuadamente a la sociedad que les acoge, a empoderar sus orígenes y que no permitan que todo el sacrificio que supone dejar atrás su tierra para emprender una nueva   vida sea en vano. También aconseja tener metas y sueños y hacer todo para lograrlo, que no se dejen intimidar y mucho menos dejarse seducir por las banalidades y pasatiempos del ocio y fiestas que entretienen mucho y les desvía del desarrollo personal.

Share.

About Author

Comments are closed.